domingo, 21 de febrero de 2010

PRECIOUS



No soy una entendida en el 7º arte, por tanto no puedo valorar elementos cómo la fotografía, el guión, el ritmo...pero sin duda sé cuándo una película me ha gustado, aburrido o emocionado.


Precious, título de la película, es el nombre del personaje central de la misma. Una historia muy dura que narra la vida de una adolescente que sin haber recibido jamás amor, es capaz de darlo. Comenzando por si misma y extendiéndolo a otros.


En realidad creo que todas las vidas tienen su interés. Todas las vivencias deberían ser contadas por sus protagonsitas. Y la perfección sería poder acompañar la novela con fotos y con una B.S.O. Aquella canción con la que identificas tu vida.

"Precious" significa "preciosa-o" La música en general, para mí, es preciosa. Con ella he podido sobrellevar cargas pesadas, dolorosas; he podido celebrar lo bueno que me ha ocurrido y adornar momentos de gran belleza; recordar una y otra vez a personas que pasaron por mi vida y se marcharon para no volver en cuerpo presente; seres que dejaron su huella sobre mi alma, algunas hermosas y otras horrendas.
La música...sin ella el Mundo no sería tan "habitable" Y aunque en mi vida, hay capítulos en blanco y negro, también ha habido (y hay) color, pero sin la música, en mi existencia, tan sólo hubieran dominado el blanco y negro.

Y volviendo al hilo de la entrada. Recomiendo esta película. Es dura, es cierto, pero merece la pena.

jueves, 18 de febrero de 2010

¿QUÉ TAL? ¿UN CAFÉ?

Algunas personas, o ciertas preguntas deberían venir con un código de acceso; algo así cómo un "password" de manera  que preguntas concretas no pudieran hacerlas según qué personas. Y, ¿esto por qué? Me explico.

Cada vez que alguien me pregunta: "Hola, "fulanita" ¿cómo estás?" me dan unas ganas de decirle: "pues un poco hasta el mismo moño" y en lugar de eso me tengo que conformar con sonreír, y con la misma cortesía con la que él/ella me ha preguntado, contestarle: "muy bien" y no importa si no he pegado ojo, si estoy baja de moral, si me siento agobiada, si no tengo un euro en el banco, si me agobian las facturas, si se me cruzó un imbécil en la calle, si tuve un mal día....

Hemos llegado a un punto, en que las personas hablamos por hablar, preguntamos por preguntar y nos importa un comino la respuesta auténtica de la pregunta; esperamos la "respuesta que toca"
De forma que preguntamos: ¿Qué tal Pepe? y si nos contesta algo así como: "Pues jodido porque ayer me peleé con mi mujer y hoy me ha dicho que quiere que nos separemos?" Nos quedamos colgados cuál PC y neceesitamos que alguien venga y nos haga un "reset"
Así que la próxima vez que alguien me pregunte: ¿Qué tal, cómo estás? me pensaré si contestarle: ¿Seguro que quieres saberlo? mientras sonrío irínicamente...Esta es mi forma de revelarme contra esta especie de "diálogo automático" que nos hemos inventado a fuerza de ser artificiales.

Otra cosa que me tiene harta, es que cada vez que un hombre o una mujer muestra interés en un opuesto (del sexo opuesto, me refiero) el contrario ya piensa que se le está tirando los trastos. Yo muestro interés por un hombre, y automáticamente su comportamiento comienza a emitir señales de alerta tipo: "ATENCIÓN ESTÁ A PUNTO DE SER INVADIDO"
¿Pero es que no puedo querer tomarme algo con un hombre, sin que piense que quiero tener relaciones sexuales con él? ¿No existen ya estas personas? ¿Tan rara soy?

Mientras continúo nadando para no ahogarme: mañana es viernes.

jueves, 4 de febrero de 2010

SIN OPONER RESISTENCIA



















De nuevo la sensación de agotamiento emocional, mental, físico. Ya no quiero continuar esperando. No va a ocurrir nada. Esperar un email, una llamada, un mensaje, un acontecimiento, el "darse cuenta" de alguien cercano a mí. Permanecer expectante te desgasta y lo que acaba ocurriendo es que te conviertes en una débil sombra de lo que fuiste un día. Te transformas en una caricatura grotesca y en tonos grises de ti misma. Sabes que estás ahí, que aún hay algo de ti misma en tu interior, porque esporádicamente te miras al espejo y te ves en el fondo de tus ojos, una visión dantesca porque sabes que dentro de tí, estás tú misma enterrada en vida.

Tu sonrisa no hace más que resaltar la tristeza que brota de unos ojos cansados. Unos ojos que han visto más cosas malas que buenas. El corazón, órgano que bombea la vida, no se atreve a detenerse por pura inercia; aunque en el fondo sus latidos son de mantenimiento...no es el latido apasionado de vivir. Es un corazón que de tanto dolor se halla enterrado en capas y capas de amargura, pesar, resignación, impotencia...claudicó hace tiempo. Vapuleado hasta el límite y más allá.

El espíritu, el alma, la esencia de nosotros mismos, permanece acurrucado en algún rincón de las profundidades de nuestro ser. Sumiso, tembloroso...Su llanto se hace más y más fuerte e insoportable por momentos. El recuerdo de los días pasados, que no fueron mejores que el hoy, aunue quizá más amables, aparece como la estela que deja un cometa.Y el dolor que confieren a mi realidad explota como una supernova que me ciega y crea un escenario ante mí, irreal.

Sueñas que por un momento no existe nada de lo negro que hay hoy en tí; y te ves a ti misma libre, en la cima de una montaña, en las dunas de algún desierto lejano, con los brazos abiertos, y llenándote de una brisa que limpia toda la porquería que en el Mundo real te tiene oculta. Pero al despertar, vuelves al gris de tus días, al ritmo incoloro de tu vida. Todo a tu alrededor parece una película de cine mudo.
Posees un eslabón que te mantiene atada a la vida, y cuando lo oyes reír, llorar, llamarte...vuelves en tí. Él podría ser tu as en la manga, tu acelerador de partículas privado, si tuvieras sueños que perseguir y medios para lograrlos. Pero los sueños quedaron atrás, han ido empequeñeciendo y perdiendo densidad, han sufrido la misma mutacón que tú: son hetéreos.

Empiezas a creer que las personas de verdad son un mito, fruto de una fábula que alguien inventó para enseñar a los niños que el Mundo es un lugar menos inhóspito, duro y egoísta de lo que puede parecer a simple vista.

Me gustaría saber cómo se sobrelleva el saber que has tirado por el WC tu vida y aún no has cumplido los 36...yo sola me metí en un callejón con una única salida. Ya no esperar nada para mí, nada bueno, alegre, agradable, ningún sueño...resignarte al paso del tiempo para poder llegar al final. Que quién depende de tí, sea autónomo y esté lo suficientemente formado como para salir al Mundo, que ya no te necesite. Las puertas con un cartel de "Exit" se abrirán entonces; las cruzaré y espero que al menos no haya nada en el Más Allá. Silencio, una negrura, inconsciencia, dónde no haya nada, ni alegría ni dolor.

El ego, aquél que te hacía creer que eras única y especial, irrepetible, sufre al salir al Mundo, y percatarse de que en realidad todos queremos lo mismo: ser queridos, impotarle a alguien. Que no hay nada especial en tí, y si alguna vez lo hubo, fue hace mucho tiempo...quedó abandonado a un lado del camino. La vida sufrió una aceleración que te lanzó a años luz y ahora estás muy lejos ya. No te queda aire para desandar tus pasos. Se acabó el tiempo.

Hago acopio de fuerzas, y me despido de mi queridísima Kenya, de la ilsusión por descubrir lugares nuevos para mí, por acabar y empezar mis estudios de Naturopatía, de piano, de aprender japonés, de poder acercarme al corazón de oriente, de cantar en una big band, de colaborar con alguna ONG, a todo esto y más le dí un sonoro portazo hace un tiempo.

Amigos...ya no recuerdo qué eran. Supongo que personas que te quieren, que se preocupan por tí, que vienen cuando saben que el tramo del camino en el que estás es empinado y lleno de malas hierbas, que un cielo encapotado te amenaza con una tormenta. Desaparecieron si es que algún día estuvieron.

Me olvidé de cómo se pide ayuda. Me olvidé de veras. Disminuida emocional para decir: "no me dejes sola ahora" "no me sueltes porque me hundiré" Me limito a ver cómo la cara amarga de la vida me traga como arenas movedizas, bailo con el egoismo, la frialdad, el desinterés; me acuesto con la indiferencia y me duermo sabiendo que si no vuelvo a abrir los ojos el único que me llorará, en poco tiempo no podrá recordarme.

Releo lo escrito, mientras suena "Alone in Tokyo" y unas lágrimas afloran para resbalar suavemente...no es un llanto rabioso, es un llorar de rendición.
Demasiado cobarde para acabar con todo. Demasiado pobre para desaparecer y empezar de nuevo.

Y ya lo intenté todo. Sólo esperar el devenir de los años, que llegue la vejez para que la muerte sea plena y no a medias, como ahora. Porque soy una anciana en el cuerpo de una mujer todavía joven; o una mujer que aún no llegó a la mitad de la vida, pero que se siente como si estuviera al final de ambas.

lunes, 1 de febrero de 2010

LAWRENCE DE ARABIA DE CARNE Y HUESO, CON SUS COSAS

¿Alguna vez te has sentido como si estuvieses  a punto de caminar en medio de un pasadizo con personas a ambos lados dispuestas a darte de bofetadas a medida que vas andando? Pues algo parecido es lo que siento.

¿Por qué los tíos SIGUEN perdiendo el norte frente a una rubia despampanante? o una morena de infarto, pelirroja de revista, castaña que parece tocada por el photoshop a cada paso....en fin. Yo soy una mujer normal y corriente. Y parece que sigo viviendo en algún limbo creado por Walt Disney...

Me muevo mucho por internet, no lo niego. Hago muchas cosas en la red. También conocer gente de forma virtual, y normalmente, las suelo conocer en algún momento físicamente. Hace poco me animé a enviarle un mail a una persona, cuyo blog seguía. El azar hizo que nos conociésemos en persona en muy poco tiempo. Pues bien, mientras, mi sensación fue: "bueno, no es Robert Redford (en sus buenos tiempos) pero me parece que es lo bastante interesante como para que quiera conocerlo más" el tipo se fijó en UNA RUBIA que pululaba por allí...en fin. Sufrí algo así como un "gatillazo mental"

Y es que en el fondo, todos, y digo TODOS (o la gran mayoría) deseamos enamorarnos. El problema viene, cuando no ocurre cuando quieres, sino cuando salta la chispa. Entonces vienen los discursos aprendidos:
-Estoy disfrutando de mi soledad
-Me siento feliz así, y no quiero nada más
-Me gusta vivir sola/o...no me gusta aguantar a nadie más en casa. Entro y salgo cuando quiero

Está claro que se puede ser feliz solita, que las personas no debemos supeditar nuestra felicidad al "príncipe/princesa azul" pero lo que está claro es que el ser humano no está hecho para permanecer solo toda su vida...al menos eso creo.

Por mi parte lo llevo crudo...me parece que me estoy volviendo invisible por momentos para los hombres y hasta para las mujeres...ahí lo dejo.

¿Dónde estarás tú? Mi Lawrence de Arabia de carne y hueso con sus "cosas" (sus imperfecciones, sus olores corporales, su mal humor matutino...) buf, mira que como tenga que ir a buscarte a Angkor!!??