martes, 31 de agosto de 2010

CARPE DIEM

Gracias por votarme en el concurso de 20 minutos


"Will you still love me tomorrow" Amy Winehouse

14 de julio es la fecha de mi última entrada. Un mes y medio ha pasado desde escribí el manifiesto en defensa de una custodia compartida.


Las vacaciones tienen la culpa de este "silencio" virtual. Las vacaciones, y que si no vivo, no tengo nada qué decir.

Estas semanas me han pasado muchas cosas: problemillas en el trabajo, de salud, he disfrutado de las vacaciones, me marché de viaje, reencuentros familiares, he vivido situaciones hermosas y conocido a gente nueva.

Tener un blog y no poder escribir lo que yo quiera, no es que me guste demasiado, ni sea propio de mí. Lo que ocurre es que una de mis normas, es no hablar de terceras personas, no es ético airear la intimidad aquí de otra persona que no sea yo misma.

Así que hablaré en general y en particular sobre mí.


Carpe diem. Un concepto usado y desgastado, pero que encierra la fuerza de que lo único real es el presente.

Y viviendo ése presente, has vendido la película de que no quieres enamorarte. El universo, ha lanzado un golpe de efecto, y se ha sacado no sabes bien de dónde un escenario, sorprendiéndote de nuevo. Piensas y crees que vas un paso por delante, pero mientras te creías sentada en el patio de butacas, con sorpresa compruebas que estás en el escenario, y que él acaba de entrar en escena, sin hacer ruido pero llenándolo todo de luz.

Cuando menos lo creías, de quién menos lo esperabas. Y cuando todo está comenzando, mientras te dices a tí misma "no te apresures, no la cagues. Tranquila, disfruta del momento" Te das cuenta de lo mucho que ansías enamorarte, notar la compañía de las mariposas revolotear a tu alrededor, quedarte prendada y enganchada en una mirada, sentir adoración ante un rostro tan hermoso que sólo quieres acariciar, el divertimento de establecer el código de comunicación que será exclusivo de vosotros. El escalofrío que te recorre la piel al constatar en su mirada que adora tu cara, que se pierde en tu mirada...

Y si dices que entre miradas anda el juego, no vas desencaminada. Mirar a los ojos y quedar atrapados en una hipnosis de la que váis saliendo a regañadientes y entrando como llevados por una mano invisible.

Sin embargo,  y aunque no te guste, no sabes qué ocurrirá ni cómo. Sólo tienes el minuto presente. Atrápalo el tiempo justo, lo que tardará en escurrirse ante tu mirada.

No te hagas preguntas, no tengas miedo y déjate llevar. Fluye como una gota de lluvia sobre una hoja. No temas. No puedes remediar lo que ocurrirá, porque probablemente ya está decidido...así que limítate a vibrar, a sonreír, gozar y sentir. No te devanes los sesos pensando y queriendo etiquetar: sólo vive y siente.

Y si mañana se desvanece, si este es el último instante...vívelo así. Si mañana el día amanece sin memoria ni recuerdos, recuerda como eran tus días antes de soltar tu alma esta última vez. Y siéntete afortunada de haber disrutado de la felicidad una vez más. Porque el pasado se desvanece al ritmo que marcan las horas, se diluye en los sueños que brotan de tu almohada; y aunque sepas que lo compartido es tuyo para siempre, que nadie puede arrebatarte eso...el presente es implacable, avasallador, y con casi burlona sonrisa por saberse protagonista absoluto, lleva casi al olvido el ayer.

¿Mañana? Tal vez no llegue. Estamos demasiados fundidos en el tiempo y olvidamos que no existen ni ayer ni mañana. El mañana sólo es nuestro en sueños; cuando cruzamos los límites de lo real, de lo aceptado...un holograma que sólo gana intensidad y definición cuando su esencia irreal cae en el olvido.

No es malo guardar los acontecimientos para tí misma; es un tesoro de un día o para siempre...pero no lo expongas al juicio de terceros. Suéltate de los miedos porque nada malo va a ocurrir.

Carpe diem.