lunes, 12 de diciembre de 2011

MI ANATOMIA

Grey's anatomy "Chasing cars"

Siempre me han gustado las series de médicos. Creo que "Grey anatomy" tuvo un éxito considerable en el mundo televisivo, aunque yo nunca vi ni un solo capítulo. Pero, un día, paseándo por youtube, tropecé con este video, y me puse a llorar mientras lo veía. Que también es posible que estuviera en el 14º día de mi ciclo menstrual, y andaran mis hormonas haciendo de las suyas...pero más bien creo que no, que yo soy así.

Supongo que lo que me gusta de este tipo de series, es que todo se resume, se concentra y se reduce a un único segundo: el que separa la vida de la muerte; el "antes" y el "después" de un diagnóstico terminal; tu vida antes de una sesión de quimio, y tu vida cuando comrpuebas como se te cae el pelo, o te sorprende la primera náusea despiadada, consecuencia de los viales que te ha puesto la enfermera de oncología; el segundo que marca la diferencia entre "feto" y "bebé" o el que clasifica como "paciente" o "cadaver"....

Y supongo que sí, que la vida es una sucesión de segundos decisivos. 
(Abro paréntesis: Yo, y mis definiciones, mis metáforas genuinas, como me han dicho hace poco: "la chica de las metáforas" Cierro paréntesis)

Todo esto de los segundos decisivos, viene a que la gran mayoría de personas, somos un poquito mentecatos, y nos gusta enzarzarnos en lo absurdo; podemos pasarnos horas, incluso días, para decidir la cosa más idiota (cómo qué vestido ponernos para ir a cenar) Lo patológico llega, cuando extrapolamos esa idiotez para tomar decisiones importantes.

El otro día, creo que fue el miércoles, me dijeron que soy narcisista por escribir aquí. Primero lo negué, pero tras el primer "efecto bofetón" acabé estando de acuerdo.

En fin, que quizá, el dicho, "a la tercera va la vencida" va a ser cierto. Esta es la tercera vez que empiezo a redactar una entrada para despedirme, y he acabado volviendo.
Pero, creo que Mi plan de viaje ya no da más de si. Sin dramas. Sin previo aviso.
Una de las pocas cosas que en medicina pueden afirmarse con principio y final, es la anatomía. El estudio antómico del cuerpo humano, tiene un inicio, y un fin. Y aunque esto podría dar para escribir mucho, voy a acabarlo aquí. Digamos, que no me gusta desnudarme a los ojos de según quién. Mi anatomía es mía y de con quién yo decida compartirla, pero puedo vetarla, también a quién yo quiera.

PS Ll. A. Per si llegeixes això, no et donis per aludit, perquè ja sé que dóna la casualitat que tu m'has llegit recentment, però no és per tu :-)

jueves, 3 de noviembre de 2011

MALDITA INTUICIÓN



Everybody's Changing "Keane"

A todas las personas que dicen una cosa y hacen otra; a quién dice que nunca hace "x" y luego no hace otra cosa; a aquéllas mujeres que van de "yo no me acuesto con un tío sólo por tener sexo" y luego casi suplican que les echen un polvo; a los hombres que dicen "no quiero compromisos" y se piensan que eso es una licencia para follar y dejar tirada; a todas las personas que critican a los demás, pero son incapaces de hacer autocrítica; a los hombres y/o mujeres, que dicen que hacen el amor, y acto seguido te invitan a un club de intercambio de parejas; a todas las personas que viven el sexo como lo que no es (algo clandestino, que se hace a escondidas) y lo convierten en algo sucio; a todas las personas que hacen que los demás acabemos ACOJONADOS de volver a confiar; a los que dicen "sólo somos amigos" y no dejan de follar y de comportarse como una pareja...en fin, a todos ellos: que os dén dos óstias y os despierten, a ver si os dejáis estar de tanta gilipollez.

A las personas, hombres y mujeres, que aún buscáis el camino de baldosas amarillas, mientras os decíis "pero, si estaba aquí mismo" con expresión perpleja; a los y las que aún os creéis las palabras de un desconocido; a los que siempre devolvéis la llamada y contestáis todos los mails; a todos los que no tenéis ni puta idea de qué queréis, pero no salpicáis con vuestra mierda confusa a todo el que se cruza en vuestro camino; a los que no pensáis con la punta del nabo; a las que no pensáis con el cerebro femenino marchito y requemado con mensajes subliminales de la América de los '50; a todos ellos (entre los que me incluyo) sería interesante despertar de una buena buena vez.

El otro día, mi hijo, de 4 años, sacó a colación la palabra "pareja" al preguntarle yo, si sabía qué era una pareja, me dijo "Alguien que te da la mano, y no te la suelta nunca" 
Hoy tres días después de las sabias, sencillas y profundas palabras de mi hijo, me siento cansada, harta de mi sexto sentido. Hay días, en los que cogería mi intuición y le daría una patada tan fuerte, que la pondría en órbita fuera del planeta.

En ocasiones, soy capaz de saber qué va a ocurrir. Qué me va a decir una persona, por dónde va a irse, y qué puerta va a usar. Antes de que ocurra nada en la superficie....y cuándo ocurre, me quedo con cara inexpresiva, mientras noto como en mi interiror crece la sensación, siempre familiar, de desashosiego, desconsuelo, hartura.

Es que ¿por qué sólo me sirve para una cosa? ¿Por qué no me chiva por dónde debo tirar, por dónde buscar al hombre que sepa verme más allá de mi apariencia? Joé...Y al próximo que me diga: "eso no se busca, aparece" le arranco la lengua :-)

Bueno, no es una entrada con un mensaje concreto, ni que verse sobre un tema especial. Sólo son pensamientos que han salido, porque estoy bastante baja de moral. Aburrida de buscar...lo malo de embarcarse durante un año, buscando un tesoro, es que a fuerza de golpes (bajos también) aprendes a distinguir la bisutería y las falsificaciones, antes de verlas. Las hueles antes de que den el primer paso. Y eso, por lo menos a mi, me ha colocado en una actitud homófoba, y mis palabras, llevadas por la irritación delante de "perlas" que te quieren vender la moto, pueden ser muy duras...o sarcásticas.Y claro, se asustan los pobrecillos.

Para acabar con un buen sabor de boca (porque ahora mismo, estoy agria, agria...) diré que estas últimas semanas he recibido muchas visitas de Améríca Latina, así que saludo especialmente al visitante de Venezuela, Uruguay, México, Bolívia, Rep. Dominicana, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú...

martes, 27 de septiembre de 2011

EMIGRANDO....




Bueno, cómo he hecho un par de veces en los cinco años de vida de éste blog, ha llegado la hora de cambiarle la url. ¿Por qué? Porqué me leen personas que no me apetece que lo hagan :-)) A veces me dan éstos arrebatos de "noséqué" Golpes de timón a la brava, prontos...

Cambiaré la dirección, y espero que "esos alguien" me pierdan la pista...Y los demás, podéis enviarme un email namastemarzo@yahoo.es y os pasaré la nueva.

Lectores no voy a perder, me gusta ver cómo van llegando por azar de varios países xD

Sigo ocupada, ahora de verdad! Así que cuando la "K" de 200 Km/h me suelte, espero poder volver a escribir al ritmo al que estoy acostumbrada. Historias no me faltan...Descubrimientos, decisiones tomadas con una buena motivación que las sustenta (y que van por muy buen camino) mis tonterías, mi vida sexual, que parece más una tontería que una parte de mi intimidad (¡ay coño! que de éso no hablo...vaya)

Pero tranquil@s, porque voy con la "K" de 200 km/h y con una "S" de sonrisa. ¡La actitud es la clave!

Pues nada, aquí dejo el aviso de que en breve, emigraré. Y la intención es, una vez efectuada la migración, efectuar cambios. ¿De qué tipo? Lo veremos....aunque, no esperes grandes cambios.

Hasta pronto ;-)

lunes, 12 de septiembre de 2011

INDELEBLE



"Someone like you" Adele

Ha pasado un año.

Y este verano, me sorprendió ver la temática de un par de sueños de dos noches muy diferentes.

Cuesta olvidar, aunque le he puesto empeño.

La huella, es más que eso. Una opresión, que aún hoy, me hace llorar si me detengo a pensar.

En las cuatro estaciones que han transcurrido desde que te fuiste, tu recuerdo ha permanecido conmigo. Y hace unos días, fue tu cumpleaños. Tuve que asumir, que estoy muy lejos de olvidarte. Sigo huyendo hacia adelante...sin moverme del sitio.

Había abierto puertas, pero la principal sigue cerrada. Por eso no puede entrar aire fresco...y sin ése aire, las huellas que dejaste por todas partes, permanecen indelebles.

No puedo abrir la puerta y dejarte ir. No puedo porque no sé cómo hacerlo...y porque la idea de dejarte ir, aunque ya sólo estás en mis pensamientos y en mis sueños, me duele.

Sospecho que no eres tu quién voló...sino yo. Y me apena pensar que hoy, para ti sólo soy una mariposa que revolotea de forma casi molesta y por sorpresa, en tus recuerdos, distrayéndote y trayendo a tu memoria mi esencia...pero sólo por un par de segundos. Tal vez ni eso.

Dicen que cuándo alguien nos deja, tenemos que alegrarnos por el tiempo que compartimos. Pero no hallo la forma de que algo relacionado contigo me dibuje una sonrisa durante más de dos segundos.
La última puerta que cerraste, la última llamada, tus últimas palabras, tu última sonrisa...todo resuena en un eco desgarrador...los finales siempre son tristes...

Como un disco rallado, me repito, casi me escupo a mi misma un "ya no está aquí"

Y no estás.

Prefiero, que al menos tus huellas, se queden conmigo. Indelebles.

jueves, 28 de julio de 2011

MALA, MALÍSIMA



BACK TO BLACK "Amy Winehouse"

Normalmente, los cambios no se producen de forma abrupta. Más bien raras veces. La transformación se gesta de forma lenta. Como cuando se vierte pintura sobre una mesa...el líquido pastoso se va esparciendo despacio pero sin pausa.

En el fondo, las personas, no somos plenamente conscientes de las consecuencias de nuestros actos. Y desde luego, lo que escapa a nuestro control, es el efecto dominó que puede generar uno solo de nuestros movimientos.

Se dice, que quién menos nota un cambio, es quién lo vive. Como cuando una mujer se maquilla, al ir aplicándose los diferentes productos, no aprecia el resultado final, igual que la primera persona que la mira una vez acabada la fase de "restauración"

La Historia está repleta de cerebros y almas, que pasaron a la posteridad con grandes frases. Axiomas que hablan sobre amor, egoísmo, la grandeza y bajeza a la que puede llegar el Ser Humano.

Todos sabemos que la verdadera belleza está en el interior, que lo exterior es sólo un envoltorio. O al menos, debería ser así. Aunque también sabemos, que la paradoja es inherente a la especie humana...

Pero el otro día, descubrí una frase, navegando por facebook, que encierra una gran verdad.

"No hay peor cobardía, que la de una persona que enamora a otra sin la intención de amarla"

Mientras buscamos el amor, somos "buenos" porque se supone que es lo que hacen todas las personas que no están emparejadas; buscar su "otra mitad" Unos lo buscarán más activamente, pero todos lo buscamos. O casi todos. Es lo políticamente correcto. Otra posibilidad, es auto engañarnos, y vender la película de que "estoy muy bien como estoy"

Pero, y ahora escribo con una sonrisa entre de "mala, malísima" y socarrona: se puede llegar a no querer enamorarse. Como me dijeron hace muy poquitos días, en una conversación "se enamora quién quiere"

No ha sido una decisión de ahora. Como decía al principio, en algún momento se gestó en mi la sensación, y fue creciendo como un feto.

Voy a ser mala, malísima. ¿Por qué? Si no eres capaz de responder a ésta pregunta...vuelve a leer la entrada ;-) o envíame un email.

NOTA: La cancíón escogida para escribir esta entrada, no es casualidad (como siempre)



sábado, 23 de julio de 2011

EL BANQUERO MÍSTICO



Esta no es una historia con un "despertar" no hay final feliz. Lo que sí hay, es una advertencia. A veces vamos tan rápido, que podemos pasar de largo del destino. Podemos gritar tanto, que nuestras palabras queden distorsionadas y no se nos entienda.

No puedo explicar una historia, relatando el antes y el después de forma simultanea, como si de una película se tratara, aunque sería lo suyo. Pero puedo empezar por el principio.

Había una vez un banquero, cuya anodina vida, transcurría entre su trabajo, su novia, el gato de ésta, y su bonito piso a las afueras de la ciudad. Vivía en el mismo orden y sujeto a la misma perfección que los números que hacía cuadrar cada día.
Era pulcro, meticuloso y metódico. Tenía 39 años, una dentadura perfecta, cuidaba su alimentación, hacía deporte, y los fines de semana iba al cine y le echaba un polv... hacía el amor a su novia, sin apenas despeinar su bonito pelo plateado, que peinaba siempre con la raya al lado. Una vida ideal.

Cuando cumplió 40 años, su novia, le regaló un viaje organizado a un país africano (no recuerdo cuál) Así que preparó su mochila, y se marchó a la GRAN AVENTURA de su vida. Para él, viajar con mochila, y ponerse vacunas, ya era toda una aventura.

Pero, lo importante, no es lo que le impactó el continente negro, los animales que vio, ni tan siquiera el choque de culturas. Lo importante, es que el banquero, allí sufrió un accidente de coche que le obligó a volver a España. Y desde entonces, su vida empezó a cambiar.

Empezó a darse cuenta de cosas. A valorar, a apreciar, a despertar. Ya no quiso volver a ver el mundo con la misma mirada de "antes"  Hasta ése momento, había vivido su vida como si no le perteneciera, como un espectador.
Lo único que conservó, fue su trabajo y su piso. Se deshizo de su novia, del gato, de uno de los dos coches, de la señora de la limpieza.

Se matriculó en los estudios que siempre había querido, e incluso se compró una Harley.

Quiso vivir la vida como si sólo tuviera una (sí, has leído bien, sé lo que he escrito)

Pasó a la acción, tomó las riendas, pero a la vez, se soltó. Se entregó a lo que le trajese el destino. Inició una etapa en la que observaba y se dejaba fluir. Empezó a estar más abierto a todo. A decir que "sí" a lo que se le propusiera, a romper la rutina.

Pero no pasó de ahí. Lamentablemente.

Su misticismo, lo llevó a ser espectador; a parapetarse en el papel de "aquí me las den todas, que yo no voy a mover ficha" "Lo que tenga que ser, será"

No oponía resistencia a nada, no se resistía a lo que llegaba...tampoco a lo que se iba.

Y así, pasó de ser un espectador dormido, a un espectador despierto. Una especie de autismo, que lo mantenía sometido a la esclavitud de una rutina. Antes anestesiado; ahora no.

Y él no fue consciente de ello nunca. Creyó despertar, pero seguía soñando. Soñó que despertaba....pero formaba parte del sueño. Lanzaba mensajes cargados de profundidad; preñados de misticismo. Pero eran palabras vacías porque él no les imprimía el espíritu de quién ha hecho suyo el mensaje que llevan.

Le conocí en una sala de espera. Aunque no era muy alto, era atractivo. Con una sonrisa que parecía decirte "voy a hacerte el amor en cuanto me devuelvas la sonrisa" pero sólo era eso: "lo que parece" nada más.

Él nunca iba más allá.

lunes, 4 de julio de 2011

AMOR ETEREO



"Hymn to the Sea" James Horner


En La Tierra Media, al inicio de la Tercera Edad del Sol y cuando los Días Antiguos eran ya historia, existió el reino de Doriath, habitado por la raza de los Elfos

Galadriel, una elfa, también conocida como La Dama Blanca, llegó formando parte del grupo exiliado desde Aman a La Tierra Media. Aquí conoció a Celeborn, con quién se casaría y junto a quién gobernaría el bosque Lóthlorien

Pero antes, mucho antes, Galadriel, se enamoró de uno de los espíritus Maia. Gandalf. Un espíritu inmortal, un mago que se debía a la magía, como un hechicero a sus dioses. Una historia de amor inconclusa y casi etérea, ya que nunca llegaron a manifestarse el uno al otro lo que sentían.

Eran tiempos en los que la Tierra la poblaban seres inmortales, llenos de luz, pero también entes oscuros, que vivían en la sombra, aguardando el retorno al mundo de las tinieblas.
Sin embargo, los protagonistas de esta historia, eran pura luz, y a ambos aguardaba un destino plagado de obstáculos, dolor, aventuras...y de amor. Y que en cualquier caso, les haría más fuertes, colocándoles en el lugar que debían ocupar. Y la vida, como el curso de un río, les llevaría al lugar que debían ocupar para desempeñar el papel asignado antes de nacer. La primera elección que aprendieron, es que nada es fruto del azar. Que en algún lugar más allá del mundo que conocían, un lugar al que muy pocos tenían acceso, estaba escrito el destino de vida de todos ellos.

Galadriel no tenía ninguna relevancia en el poblado, aunque su presencia era fuerte y frágil a la vez. Algunos elfos, la llamaban "el diamante" porque ella podía devolver toda la luz que hay en otros, si te atrevías a mirarla directamente a los ojos con el corazón tranquilo.
Sus días transcurrían entre la formación para reinar, perfeccionando los dones sobrenaturales con los que había sido dotada, y aprendiendo a controlar la energía que desprendía su ser, ya que de lo contrarío, podía acabar con toda forma de vida sólo manifestando un sentimiento impuro.

Y Gandalf...él era tan sólo un aprendiz de mago. Un espíritu que tropezaba y se levantaba, cada vez más fuerte. Siempre silencioso. Pasaba la mayor parte del tiempo entre las Dunas del Desierto Azul, y las montañas de agua marina.

A veces, cuando los elfos se reunían con motivo de alguna celebración o ritual, lo hacían en La Llanura Eterna, un lugar dónde el tiempo se detenía. Los vientos, las lluvias y demás fenómenos de la naturaleza respetaban y mimaban, para que todas las formas de vida que allí habitaban, fueran eternamente bellas, imperecederas.

Y así, los pocos encuentros entre ambos, fueron sin tiempo. En aquélla, se encontraban y cada vez, se veían diferentes.

Sus vidas, transcurrieron próximas durante unos años. Pero cuando Gandalf estuvo preparado para iniciar la etapa final en su aprendizaje, partió con la Orden de Los Istari, hacia Los Puertos Grises, para culminar su preparación.

Galadriel prosiguió su camino y evolucionó como elfa, adquiriendo las virtudes que la capacitarían para gobernar y reinar, en la bondad y ecuanimidad, como principales y personales consignas.

Pasaron años, y volvieron a reencontrarse. Galadriel, gobernaba el bosque de Lóthlorien, y Gandalf, era el más sabio y poderoso de los magos de todos los tiempos.

La reina de Lóthlorien, envió un ejército de estrellas fugaces, que se dispersaron por todo el continente. Viajaron sin descanso, hasta que hallaron al mago. Y así, ella le encontró a él.

La noche había caído, y a la luz de la Luna, Galadriel se sentaba al borde del lago La Plata, en una roca de dimensiones colosales. No tuvo necesidad de girarse. Supo que él estaba allí...aunque no de cuerpo presente.
Gandalf, entre sus muchos dones, podía ocupar el espacio como cuerpo sutil. Y fue desde ése estado, en el que pudo acariciar a Galadriel. Hizo que su caricia fuera percibida por ella como una cálida brisa.

Lentamente, Gandalf cobró forma humana, y apareció sentado junto a ella. No se miraron. No se tocaron. Acompasaron su respiración. Y por primera vez, se miraron a centímetros el uno del otro.

No hizo falta hablar. Ambos sabían que aquél encuentro era un paréntesis en sus inmortales vidas, y que no permanecerían juntos. Gandalf creó una visión de sus respectivas vidas futuras. Galadriel pudo ver como reinaría junto al que sería pronto su marido. Y Gandalf le mostró el papel que en breve desempeñaría en la Guerra del Anillo conocido ya como Gandalf El Gris.

Era el final de algo que ni tan siquiera había comenzado...Caminos paralelos, pero jamás entrelazados.

Y Gandalf se marchó como había llegado, en una cálida brisa, llevándose consigo el aroma de Galadriel a madera, musgo y luz de estrellas.

Galadriel, se dejó llevar, y por una vez, dejó que su parte humana, desbordara su ser élfico...y las lágrimas afloraron. Lágrimas por saber que había existido, que había sido real... Pero aquéllas lágrimas, frías como gotas de cristal, no se llevaron parte de la esencia del mago, que desde siempre había permanecido junto a ella.

Dos seres inmortales, que tenían toda la eternidad para saber que hubiera podido ser y no fue.

Inspirado en la trilogía "El Señor de los Anillos" J.R. R.Tolkien

domingo, 19 de junio de 2011

HAY COSAS QUE SÓLO CABEN EN EL CORAZÓN



OH HAPPY DAY



Hay cosas que sólo caben en el corazón....y son las que importan. 

Después de la triste anterior entrada, es un rayo de esperanza, ver que continúan ocurriendo cosas buenas todos los días.

El 9 de junio, mi hijo fue operado en la Clínica Dexeus de Barcelona, por el Dr. Javier Mayol (cirujano pediátrico) y su GRAN EQUIPO.

La operación era sencilla, nada serio. Pero en el momento en que tu hijo ha de estar en manos de profesionales sanitarios, lo que esperas y deseas, es que sean los mejores. Y nosotros, dimos con ellos.

Cuando fui operada el pasado septiembre en la clínica Quirón, por el Dr. Romero y su gran equipo, también hice un escrito similar.

Dar las gracias no cuesta nada, y quién las recibe....no tiene corazón suficiente para recoger ése agradecimiento. Desgraciadamente, sólo es noticia cuando se cometen errores sanitarios...pero ¿qué ocurre cuándo realizan su trabajo correctamente? Nada. Y ¿cuándo además de ello, lo hacen con amor, dulzura, profesionalidad, con gran humanidad y con una atención exclusiva a cada PERSONA? Tampoco solemos resaltarlo...y es una pena.

Mi niño todavía no tiene los cuatro años y es un poco asustadizo. El primer día que llegamos a la consulta de éste cirujano y Carlota (su impecable, infalible y brutal enfermera...brutal porque es una CRACK) en seguida fuimos conscientes de que estábamos en buenas manos. Pero no teníamos ni idea de que lo mejor, estaba por llegar.

La primera toma de contacto fue con Carlota Trinxet, la enfermera. Seria, amable, suave y muy cariñosa con los niños. El Dr. Mayol, la primera impresión que me causó fue la de un hombre un poco serio y quizá distante. Sin embargo el padre de mi hijo, captó en seguida que éste cirujano, como se dice vulgarmente, "tiene la mano rota" haciendo este tipo de intervenciones. 

Tras el diagnóstico, y la confirmación de que había que operar, estábamos en sus manos. Hemos sido guiados en todo momento por Carlota Trinxet, quien no ha tenido horarios, para hacer el seguimiento pre y post operatorio. Nos entregaron un escrito con instrucciones sobre cómo explicarle a mi hijo lo que iba a ocurrir. Y seguimos las instrucciones lo mejor que pudimos.

El día de la operación, llegamos a la clínica. Nos colocaron en un box, ya que era una cirugía ambulatoria y no requiere habitación. Mi niño estaba un poco nervioso, porque se le había explicado lo que iba a ocurrir. Cuando se presentó la anestesista, la Dra. Hidalgo, vestida de verde, con la mascarilla, mi hijo le dijo "tu no eres Carlota" La pobre, se lo tomó con sentido del humor (muy necesario con los niños) Llegado el momento, vino Carlota (a quién él recordaba del día de la visita, y yo, siguiendo instrucciones, había procurado que no olvidara, al igual que al Dr. Mayol) Me dieron tres jarabes, que le fui dando a mi hijo, uno detrás del otro en jeringuillas vía oral. Luego vino un momento "delicado" la administración de un broncodilatador con mascarilla. Aquí fue dónde más lloró mi niño...Pero uno de los jarabes, hizo efecto a la vez que la mascarilla, y se quedo como "cuando te tomas una copa de cava" (fue el símil que utilizó Carlota)

Acto seguido, Carlota, lo cogió en brazos, y se lo llevó al quirófano, sin llorar!! Mi hijo le preguntó "la mama puede venir?" Y ella, le contestó "claro, mira la mama ahora se va a ésa habitación, se viste de verde y viene con nosotros, ¿vale?" Hasta yo me lo creí!! Y así, se llevó a mi hijo, en un plis plas, sin llorar. Y ahí nos quedamos su padre y yo, con cara circunspecta...

Cuando terminaron, vino el Dr. Mayol, y nos explicó cómo había ido la operación. Aquí, me voy a permitir una licencia: tiene unos ojos verdes, de mirada amable, que pueden hacer que no escuches muy bien lo que te está diciendo ("cuidao") Bromas a parte, además de atractivo, es un cirujano con unas cualidades humanas que harían a más de uno enrojecer de la vergüenza cuando hablamos mal del médico "fulanito" que te ha atendido de malas maneras.

Cuarenta minutos más tarde, lo trajeron, dormidito...y mi corazón se encogió cuando le ví la vía en su manita. Me senté junto a él. Pasados unos minutos, vino la enfermera Montse Ruiz, y suavemente, despertó a mi hijo. Montse Ruíz, tiene una mirada azul, muy dulce, tal y cómo fuimos tratados por ella, y por todo el personal en todo momento. Se despertó completamente tranquilo, y lo primero que preguntó, fue "¿ya hemos terminado?" ni desorientación, ni excitación...tranquilito y muy orientado.

Más tarde, una vez ya en casa, recibí la llamada de una tal Belén, que se interesaba por saber si había vomitado en las siguientes horas a la intervención.

Después llegaron la introducción de líquidos y sólidos. Las curas. Carlota, estuvo en contacto telefónico y vía email, guiándome.

Así que sólo puedo sentir gratitud por este equipo de personas que realizan su trabajo con los niños de una forma amorosa, dulce, impecable y sin hacerles sufrir.

Mi más sincero agradecimiento al Dr. Mayol, por "tener la mano rota" y transmitir como lo hace: tranquilidad y seguridad; a la Dra. Hidalgo, por su sentido del humor, amabilidad y dulzura; a la enfermera Montse Ruíz, por su dulzura, paciencia y atención; a Belén por el interés y amabilidad. Y a todo el personal con el que hemos tratado en todo el proceso. GRACIAS.

Y mención especial para Carlota Trinxet. Una joven que no me cabe duda, de que está haciendo para lo que vino al mundo. Siempre amable, de mirada limpia, una voz que transmite calma y optimismo. Afable y cariñosa. Con un tacto que poca gente tiene.

NOTA: La canción con la que acompaño éste escrito, tiene un significado especial para mi y para el padre de mi hijo. Disfrutamos con la versión de la película "Sister Act" dónde un adolescente, alcanza unos agudos imposibles, (en el minuto 2:31'') erizándonos la piel el día que lo oímos cantar. Además, el Gospel es un género musical que remueve parte de mis genes...y que también está en los genes de mi hijo. Y porque el día que dimos con el Dr. Mayol, y con todo su equipo, fue un "Happy Day" sin lugar a dudas.

miércoles, 8 de junio de 2011

QAMAR






Qamar significa "Luna" en urdu (dialecto considerado idioma propio de Pakistán )....y así se llamaba él.

No recuerdo la primera vez que le ví. Pero me pareció más que atractivo, que hablaba muy bien español, simpático. Morenazo, con unas pestañas que te envolvían. Sonreía a través de sus negros ojos, y te daba calor sólo con mirarte. Siempre impecable. Elegante, cuidaba su imagen hasta el mínimo detalle. Abierto, expansivo, amable. Entrar en su tienda, era una pausa que agradecía.

Tenía una cicatriz en la ceja izquierda, que le identificaba. Sus bonitos labios, enmarcaban una sonrisa blanca y franca. Reía con la misma intensidad con la que gesticulaba y se emocionaba, cuando con vehemencia, tocaba puntos que eran valores primordiales para él.

Congeniamos la primera vez que hablamos. En la calle Caballero, en el barrio de Les Corts,  hay un "pakistaní" dónde dos jóvenes, uno de 25 y otro de 23, me alegraban las mañanas. El más joven, un tibetano, que me tenía enamorada. Qamar, el mayor, un pakistaní, que en poco tiempo me contó su vida...o parte de ella. El badulaque era suyo, y trabajaba todos los días de la semana.

Llegó a Barcelona con 12 años. Tenía otro hermano. Su novia, una rubia catalana, tan abierta cómo él. Yo solía pasar a menudo, y siempre, paraba, preguntaba al tibetano si Qamar había llegado ya. Solía hacerlo a partir de las 12h, porque luego se quedaba hasta pasadas las 23h
Pasaba rato hablando con él. De religión, de viajes, de lugares, política, de mi hijo, de su novia. Le llamaba la atención mi persona, mi vida, mi trabajo. El que viaje sola. Y a mi me gustaba mucho cómo hablaba, su voz, lo bien que hablaba español, su rotundidad, su mirada, su fuerza, su energía, la vida que había en él. Integrado completamente, hablaba catalán y castellano. Personificaba la integración sin renunciar a los propios orígenes.

Me sentí orgullosa cuando me pidió consejo sobre a qué ciudad ir a pasar cuatro días con su novia. Les recomendé París. Y semanas más tarde, me enseñaba, orgulloso las casi 400 fotos de su estancia en la ciudad de la luz y del amor.

Pero supongo que nunca lo sabemos todo de los demás. Y es probable, que Qamar tuviera algún lado oscuro....como la luna.
Pero lo dudo tanto...antes creo que se cometió un error, que le costó la vida.

El 23 de mayo, a las 13:30h (momento en que el tibetano comía en la trastienda, como cada día, y momento en el que yo hubiera podido estar allí hablando con él, como tantísimas otras veces...) un encapuchado, entró en el local, y sin mediar palabra, le disparó a la cabeza. Unos segundos interminables, y 4 disparos más. El asesino, salió corriendo...

Y así, 5 balas, le arrancaron la vida al pakistaní más buena gente que he conocido nunca.

No daba crédito a la noticia. De hecho, no lo relacioné de entrada. Lo pude confirmar ayer. Y allí, en el badulaque, donde tantas veces charlamos, reímos...lloré frente a su tío, un desconocido, que pudo comprobar una muestra más de lo querido que era su sobrino en la calle, en el barrio. Mientras mi cerebro asimilaba que efectivamente se trataba de él, mis ojos se quedaron clavados en una postal de Santa Sofía (Estambul) que él mismo, enganchó a la pared, cerca de la caja registradora. Aquélla foto, fue el pretexto para una de nuestras primeras conversaciones. Yo había estado recientemente en Turquía, y le daba mi opinión sobre lo que había visto... La miraba sin verla. Lloraba. Y me daba igual mi uniforme, su tío, un señor que no me conocía de nada. Me daba igual todo. Habían matado a Qamar. Cuatro palabras.

Parecía una película. De repente sentí que estamos en un mundo sin ley...por mucho que se empecinen políticos y organismos.

Recuerdo la última vez que lo vi. Iba muy, muy guapo, llevaba una camisa de color marrón oscuro, con una rayas verticales, de color café con leche, olía muy bien, y una llamada a su móvil nos interrumpió. Con un gesto, me dijo, que me esperase un momento....pero le dije, que me pasaba más tarde...no lo hice, pero por nada en especial. Pensé que ya lo vería al día siguiente.

Hace poco, me explicaron que hay unos indios, cuya parte de su filosofía, consiste en ir cerrando círculos. Que al despedirnos de alguien, lo hagamos como si fuese la última vez...porque no sabemos si volveremos a ver a ésa persona.

Hoy, volviendo del trabajo, en el autobús, lloraba, mientras miraba por la ventana...él se colaba en mis pensamientos. Su risa, cómo me hablaba de su novia, cómo me preguntaba por qué yo no tenía novio. Me preguntaba por mi hijo, dónde iba este verano. Siempre, siempre sonreía. Optimista y vital...

Tenía 25 años, sueños, proyectos, toda la vida por delante. Y sabía cómo se llamaba mi hijo.

Gracias por lo compartido...Hasta siempre Qamar.

NOTA: Al día siguiente de escribir esto, me acerqué al badulaque con mi pequeño, y compré un clavel rosa pálido. Se lo entregué en mano a su tío, mientras lloraba. Mi hijo, que en dos meses cumplirá 4 años,  me preguntó por qué lloraba "Me estoy despidiendo de un amigo..." Y siento que he podido cerrar el círculo con él.

domingo, 8 de mayo de 2011

EMPEZAR...






"Rolling in the deep" Adele

Camina subida a unos tacones, con la fuerza de  quién sabe que el mundo está bajo sus pies. Sus pasos, rítmicos y firmes, dejan de lado los tropiezos. Para eso, están las palabras. Las que se dicen, las que se leen en los ojos, las que no pronuncian las sonrisas.

Se abre paso entre la multitud, rozando levemente hombros, cruzando fugaces miradas, captando un par de palabras de una conversación que ocurre a su lado mientras espera a cruzar el semáforo.
Dos ojos como platos la miran desde abajo. Ella devuelve la mirada acompañada de una sonrisa, que recibe la evasión del niño, la timidez de la infancia, a la que la inocencia ha dado paso.


Al girar una esquina, un malabarista hace danzar en el aire, tres mazas, en medio del paso de peatones, frente a los coches que esperan el verde del semáforo. El malabarista maquillado como un mimo, sonríe a los conductores...el semáforo cambia a verde. 


El mismo semáforo verde que le da paso a su nueva vida.

Los principios pueden ser duros, difíciles, bonitos, pero TODOS resultan inquietantes. A veces puede costar arrancar, otras lo estamos deseando...

Se dice que "morimos cada día" aunque yo prefiero pensar que en una vida completamos varias "sub-vidas" y cada una de ellas corresponde a etapas marcadas por el natural devenir de la vida, o por etapas que nos marcan. Momentos que graban un "antes y después" en nuestro corazón.

El miedo. Un paralizador aplastante. Vergüenza (miedo camuflado) ¿cuánto hace falta para que una persona comprenda con el corazón que no hay que tener miedo? Que es sin miedo cuando empezamos a VIVIR de verdad. Tomemos ejemplo de los niños. Ellos llegan a la vida sin miedo.

Así me gusta vivir mi vida: sin miedo, sin vergüenza, con la capacidad de sorprenderme y emocionarme por cuánto más cosas mejor...

Todo este preámbulo, para decir que me matriculo en la universidad. A mis 37 años. Parece que he vivido mi vida al revés. Como en la película "El extraordinario caso de Benjamín Button" Ahora, cuando se supone que "tocaría" empezar a disfrutar de la solidez que aporta conseguir una estabilidad emocional, sentimental, laboral, económica....es cuando yo empiezo la etapa universitaria!!!

Y como me dijo el otro día una vieja y amiga, mi experiencia personal, me servirá para aportar mi grano de arena a otros, cuando acabe mis estudios como educadora social.

Y hasta aquí por hoy. Espero que te quedes con una sonrisa en los labios.

miércoles, 27 de abril de 2011

SI NO ESCRIBO, ME MUERO


"Listen to the silence"

Vaya, ahora voy a quedarme con el culo al aire, y todos descubriréis que no tengo palabra....dije que terminaba este blog porque sentía que había acabado esa etapa, y ahora, aquí estoy otra vez.

Las ganas de escribir, han sido cada día mayores, he visto que el blog ha continuado teniendo visitas, incluso de Venezuela, Rep. Dominicana, Chile, EEUU...así que, como Roger Rabbit, al oír el repiquteo de un bastón que le hacía salir disparado de dónde estuviese escondindo...de una forma parecida, heme aquí.

Y he escogido escribir esta entrada hoy, por tres cosas que han ocurrido precisamente durante el día de hoy.

Al salir del trabajo, me he cruzado con Eduard Punset. Y ha sido muy divertido, porque solo nos hemos mirado, sonreído y saludado como dos viejos amigos. Es tal y como aparece en TV y habla tal y como lo he oído en las entrevistas que hace y le hacen. Es un crack.

Y bueno, hoy, precisamente hoy, he descubierto que se ha sumado el seguidor número 12 (un número que me gusta mucho) así que no he querido dejar pasar más días.

Pero en breve me matriculo en la universidad, continúo con mi vida estresada de siempre, empiezo a ayudar a un buen amigo con un proyecto virtual, y quizá, solo quizá, inicie otro proyecto más ambicioso, así que tendré que empezar a buscar la fórmula para añadirle al día 5 horas más....creo que serán suficientes.

A mi favor juega que el destino sigue sin querer que un varón me preste atención (no ha sido a propósito, lo juro) a mi favor, porque así no me distraerán los placeres de la carne.

Y por hoy, es suficiente, o eso dicen mis párpados, que cada vez se despegan más trabajosamente.

Por cierto, si hay alguien ahí, leyéndome, que me lo haga saber...por favor.

Buenas noches y....aquí seguimos.

lunes, 7 de febrero de 2011

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO




 Mi hijo y yo, en uno de mis lugares favoritos: El aeropuerto de Barcelona

"Love's divine" Seal

Hace mucho tiempo que me rondaba una idea. Excusas eternas fueron postergando el momento de convertir esa idea en una realidad. No estoy preparada. No sabré hacerlo. Puedo herir a terceros. No gustará. Lo dejaré a medias. Me falta formación. Me abandonará la inspiración...Bla, bla, bla...Llegó el momento. Así de sencillo.

Las últimas entradas han sido coletazos que han dado mis dedos sobre el teclado, resistiéndose a aceptar lo evidente. A escuchar "la llamada"

Este blog nació hace 3 años y 9 meses y gracias a él he aprendido a moverme por la red, y lo que es mejor, a moverme por el laberinto de mis emociones y de mis pensamientos. Me ha acompañado, ha sido mi confesor, mi "amigo" incondicional. Me bastaba encender el ordenador, y podía deshaogarme hasta quedarme vacía. Aquí me tomé la temperatura a mí misma. Me pregunté: " A ver Carme ¿qué quieres contar? ¿cómo quieres hacerlo?" Dando así unos muy torpes pasos en esto de la escritura. Sé que no soy ni tan siquiera una aspirante a escritora, y no me cabe ninguna duda de que errores de todo tipo campan por todo "Mi plan de viaje" pero de lo que estoy muy contenta es de mi propia evolución personal.

No me he sentido sola. Sé que detrás de estos textos, de las fotos, han habido lectores que me han seguido en menor o mayor grado de implicación. Aquí ha sido dónde me he refugiado cuando me he sentido sola allí fuera...

Lectores que llegron aquí por casualidad, algunos a los que les dí yo misma el enlace, otros por recomendación de alguien. Los que nunca me han dicho ni una palabra escrita, los que lo han hecho escondiéndose en el anonimato que presta internet. Los que me han leído y seguido sin faltar ninguna semana, pero que nunca se han tomado la molestia de alentarme con un comentario. Y el único lector que no ha fallado ni una vez desde que conoció mi blog: Víctor. A tí quiero darte las gracias especialmente porque no sabes las sonrisas que me has sacado al ver que ahí dejabas tu huella. Los ánimos que me has dado más de una vez sin pretenderlo. Y a todos los que me habéis felicitado, a todos los que os he hecho pasar unos minutos de reflexión, de sonrisas, de saber algo más de mí, o tal vez de vosotros mismos.

Aquí llegué hablando en singular, y salgo hablando en plural (mi hijo y yo) he ido superando una a una las fases de mi divorcio, asimilado desamores, amistades que no lo eran, burlas, errores que cometí, tropiezos, sueños rotos, he vertido parte de la vergüenza cuando me he sentido una fracasada, he venido a exhibir mi orgullo cada vez que he conseguido un triunfo.

Todo esto ya hace que Mi plan de viaje sólo me haya aportado cosas buenas.

Pero nada dura para siempre. Todo inicio tiene su fin. Y siento que la hora de dar por concluido Mi plan de viaje ya ha llegado. Un nuevo proyecto me aguarda. Aunque quisiera, no puedo retrasar más el ponerme manos a la obra. Es algo que lleva demasiado tiempo llamando a la puerta. Ha urdido diversas formas de ponérseme delante y siempre lo he esquivado. Hasta hoy.
Y me voy como llegué...con una entrada que no es otra cosa que una salida.

Cierro la puerta con una sonrisa y con mucha emoción. Pena porque, por mucho que se empeñe la moda, en realidad nada vuelve. Todo lo vamos dejando atrás. Aquí quedan buenos recuerdos, sonrisas, lágrimas de aprendizaje...cada cosa en su lugar y mecido en la calma que acompaña al silencio. A partir de hoy, sólo el polvo se acumulará entre estos escritos.

Como decía Forrest Gump "la vida es una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar" y así es como me siento; no sé qué ocurrirá a continuación. Desearle a todo lector que sepa reconocer la felicidad. Que pueda descubrir cuál es su camino, y sobre todo que sea fiel y honesto consigo mismo.

Os envío un abrazo, un beso y amor. El amor, ése motor que mueve el mundo, y que a veces parece una quimera. Y recuerda: SÓLO TENEMOS UNA.


Soplan nuevos vientos. Gracias por acompañarme éste tramo del camino.

domingo, 6 de febrero de 2011

37 gatos y 12 perros

Huellas de mi hijo y mías, estas navidades en Alemania

"Eden Roc" Ludovico Einaudi

Seré una desagradecida. Pero no quiero leer ni oír más "no estás sola" Esas palabras sólo puede pronunciarlas mi hijo.

Me regodeo en la hipocresía de algunas personas. Es duro ser madre y estar sola. No importa si me encuentro mal o bien. Cuando mi hijo me reclama, ahí estoy. Al pie del cañón.
Cuántos padres, y sobretodo madres, se tienen que tragar sentimientos encontrados. Momentos en los que lo lanzarías todo a la basura. No saldrías de la cama. Desearías dar marcha atrás, hasta el momento antes de la concepción. Sí, así es.

La autocompasión, a veces nos lleva a hacernos masturbaciones mentales. Nos sentimos los más desafortunados en infelices del planeta. Creemos que nadie nos comprende.

Por eso hace tiempo aprendí lo importante que es algo tan sencillo como abrir los ojos y las orejas. Mirar a nuestro alrededor. Oír a todo aquél que esté dispuesto a contarnos parte de su historia.

El viernes andaba yo agobiadilla, con el frío que hace en la calle y el costipado que acabó de dar la cara (y del que hoy debo estar en su último día de la fase aguda) cuando un vagabundo me habló. Y con una sola frase me recordó lo afortunada que soy. Que sí, mal de muchos consuelo de tontos. Pero me ayudó mucho cuando me dijo "yo no tengo a nadie" Añadió que tenía 37 gatos y 12 perros. Que por ellos salía cada día a buscar comida. Estremecedor.

Puedo imaginarme qué debe ser no tener a nadie. Me lo puedo imaginar. Y no sé qué es más triste: si tener a alguien, pero como si no lo tuvieras, con lo cual no puedes recurrir. O no tener a nadie, llanamente.

Tengo a mi hijo. Él es mi columna vertebral. Mi elixir de la vida. Mi aurora boreal como ya dije en otra entrada de este blog.
Él me perdona cuando me enfado más de lo que tocaría. Me sonríe y me dice "te quiero" cuando siente que estoy agotada, irritada, triste. Me recuerda que no hay que rendirse. Me enseña que aunque no tenga "mayores" a los que recurrir y pedir ayuda, le tengo a él. En su cuerpecito alberga toda la energía, la alegría, la fuerza, que a veces me faltan a mí y me regala pequeñas dosis para que yo pueda continuar.

Y estoy dispuesta a enseñarle todo lo que pueda, acompañarle hasta cuándo sea, y aprender de él al máximo. Y sobretodo, descubrir el mundo a su lado.

Pero hay días en los que me quedo con la mirada perdida y pienso en cómo sería si tuviera a alguien al lado...

STAND STILL




"Gensound" Gensound


De vez en cuando me preguntan: ¿no te incomoda hablar de cosas tan íntimas así, en internet? ¿no te importa que pueda leerlo cualquiera? No, no me importa. Porque lo que yo considero íntimo es qué clase de madre me considero, la intimidad de mi casa, mis días con mi hijo, tal vez, y depende del humor que tenga, también considero íntimo si últimamente no me apetece masturbarme con la misma frecuencia...y por supuesto la vida privada de mis amigos, de gente que conozco y puntualmente me han abierto un poco su corazón, sus preocupaciones...quiero decir, que lo que aquí escribo, no me importa que puedan leerlo ajenos.

Son mis reflexiones sobre qué y cómo me afecta. Naturalmente con el filtro que no escribo sobre TODO lo que me preocupa o me hace feliz...¿o quizá sobre esto último sí?
De acuerdo, hablé hace unos pocos meses de que me había enamorado (y me salió rana-sapo) pero fue terapéutico hacerlo.Necesitaba sacar y sacar todo lo que me generaba ese estado.

Últimamente estoy muy cansada. Sólo trabajo y cuido de mi hijo. ¡Y casi me falta el aire para respirar! Leer y escribir, dos actividades que me cargan las pilas, apenas puedo dedicarles un poco de tiempo. No el que quisiera.

Estos días he sido consciente de algo muy importante. Tomar consciencia de ello me ha llevado esta semana a hacer algo que no había hecho nunca antes: quedarme quieta. ¿Simple, verdad?

No salirme de lo habitual. Limitarme a la rutina, que además ya contiene momentos emocionantes y excitantes por sí misma. Como para generar un infarto, según el día.

No sé hasta cuándo, pero de momento se acabaron los movimientos frenéticos, convulsos, alocados. Estoy exhausta. Como si hubiera estado corriendo como un animal escapando de su depredador.

Amar, enamorarse, sentirse amado ¿Quién no lo busca? Sí, quienes ya lo han encontrado, pero esos no cuentan. Con más o menos tesón, con mayor o menor obsesión, pero creo que lo hacemos todos. Por eso no me siento rara, ni me da vergüenza escribir sobre ello aquí.

Mis amigos, gente con la que he hablado del tema, comentan que el amor aparece cuando menos lo esperas. A mí, me váis a tener que disculpar, pero los topicazos me tienen aburrida. Creo que el amor aparece, lo encuentras o te encuentra. Te lo tropiezas, o lo acabas aceptando por mucho que lo rechaces de plano. A veces le das la espalda, y otras no llega nunca.

Pues en esas me encontraba yo, cuando hace poquito me di cuenta de lo cansada que estoy de buscar. Y además, ojo a la energía, y esfuerzos que le he dedicado.

No hay enfado, ni tristeza. Sólo agotamiento y sensación de haberme liberado. Siempre el mismo proceso: ilusionarse------decepción.

Le voy a dar unas merecidas vacaciones a mi corazón. Casi puedo oír sus jadeos intentado recobrar el aliento. Y es tan sencillo como quedarme quieta. No hacer ni un movimiento que se salga de lo habitual. Protegerme en mi rutina. Cumplir con mis obligaciones. Y "el resto" tendrá que esperar a que me recupere a que tenga ganas, o a que me encuentre ese alguien que no sé dónde coño se ha metido (uy! perdón, no quería decirlo así)

Me toca encontrar inspiración y tiempo para próximas entradas. Ando falta de las dos cosas. Porque no creo que interese que explique que hoy he hecho por primera vez una salsa roquefort (con queso azul alemán) que me ha quedado para llorar (por rica, ¿eh?) o que mañana me voy al Museu de la Ciència con mi hijo que le gusta mucho y lleva días pidiéndomelo.

Lo que digo: falta de tiempo y falta de musa...

martes, 18 de enero de 2011

¿PURA CASUALIDAD?

Porsche 356


"Mack the knife" Robbie Williams

Me gustan el foxtrot, el swing, y los coches de época. Si es cierto que tenemos varias vidas, sin duda, una de ellas la viví entre los años '20 y '50 Y ¿por qué digo esto? Por lo que explicaré a continuación, para poder comprender la relevancia que le doy a lo que me ha pasado hoy.

Ésa música, tiene "swing" Las notas y los instrumentos que la hacen única, me transportan a un tiempo, en el que, -cómo ahora- un baile podía hacerte olvidar lo malo, lo triste, e incluso lo inevitable. Cuando, la romántica que soy, se suelta el pelo, me gusta imaginarme, con un vestido color champagne, con mucho vuelo, entallado en el torso, y que va ganando soltura a partir de las caderas para elevarse dibujando ondas con cada uno de mis giros. Y me gusta imaginar que bailo un foxtrot (o un slow swing) con un hombre enfundado en un elegante frac a la luz de las estrellas y la luna de una noche de verano. Mientras los metales y los vientos van confiriendo intensidad al baile, y a la vez, impregnan nuestros movimientos de ése romanticismo de aquéllos años.

Y, ¿sobre los coches de época? Con sus originales y redondeadas (o muy cuadradas) formas, sus colores alegres, metalizados o mates, sus guardabarros enormes, las capotas negras, sus asientos en piel blanca, granate....¡todo en ellos es de una personalidad única e irrepetible! Elegancia sobre cuatro ruedas. Las fotos que acompañan este escrito, son los coches que he tenido el placer de ver hoy, todos juntitos y a centímetros de mi, en la exposción privada, que he tenido la suerte de disfrutar en exclusiva con el mejor guía que podía tener.

Jaguar XK 150

Austin Healy


MG TC 1948


Porsche XK 150


Triumph TR3


Por mi trabajo, tengo ocasión de poder hablar con toda clase de personas. Y a veces me cruzo con gente muy especial, auténticos personajes, cuyas vidas parecen sacadas de alguna novela.
Hoy he podido hablar con dos de ésas personas.

La primera de ellas, la hija de un diplomático alemán, que nació en Colombia, y pasó su adolescencia en Chile, y después viajó a Francia, EEUU, Alemania, para, finalmente, afincarse en España porque se casó con un catalán, del que se divorció después de un largo matrimonio triste. Con los años se enamoró de un francés. Estaban hechos el uno para el otro....pero él estaba casado, y ella nunca le pidió que dejara a su mujer. Y mientras me hablaba de su vida, con una sonrisa, y me miraba con sus ojos azules, yo quedaba enamorada de su acento indescifrable, dulce, y con muchísima personalidad.

El segundo MOMENTO del día me lo ha regalado un hombre, del que, por respeto a su intimidad, intentaré dar los mínimos detalles posibles. La conversación se ha iniciado al hacerle yo una pregunta relacionada con mi trabajo. Pero pronto, hemos quedado envueltos en ésa atmósfera "mágica" en la que los dos queríamos salir de lo habitual. Una mirada azul, una sonrisa que vestía sus palabras de amabilidad. Traje, camisa rosa y una corbata negra, con las iniciales del diseñador Ives Saint Laurent en gris marengo. Unas gafas de montura de pasta transparente, ¿o eran al aire? No importa. Sólo matizar, que una vez más, constato que el atractivo lo emanamos de nuestro interior, con nuestra forma de sonreír, de escuchar, de mirar, de hablar....

Parados en mitad de la acera, ha hecho referencia a "sus coches" y yo, que soy peor que todos los gatos del mundo juntos, es decir, MUY curiosa, le he preguntado "¿qué coches tiene usted?" Él se ha dado la vuelta (literlamente) y ha accionado un mando a distancia, a la vez que me decía "ven" Yo, incrédula, he contestado "¿a dónde?" En el edificio que quedaba a nuestras espaldas, había un garaje, cuyo portón se ha ido abriendo lenta y silenciosamente. He bajado la rampa, y he descubierto, atónita, varios coches de época, a cuál más hermoso, impactante, elegante, histórico. Trozos de historia compuesta de chapa verde, gris, azul, blanco, asientos tapizados en piel granate, pneumáticos en llantas estrelladas...
Me ha abierto su refugio, su "rincón" como él lo ha llamado. He querido romper las reglas, y por eso, me adentrado por unos minutos en los años '20, '40, '50 Joyas meticulosamente cuidadas, tratadas con mimo. Restauradas sin reparar en gastos. Y cuyos motores son puestos en funcionamiento a diario. Sólo de imaginarme el sonido...
Al fondo, en un rincón, una mesa pequeña y algo más baja de lo normal. Al preguntarle, me responde que ahí es dónde "trabaja" (su trabajo, su profesión, es otra muy diferente) para él es su hobby, desmontar, montar, limpiar, sacar brillo, juega a que es un mecánico cuyo taller se encuentra en la Barcelona de 1950.

Me mostraba orgulloso, al mismo tiempo que abría la puerta de uno de ellos, y a unos centímetros la soltaba, mientras ambos contemplábamos como acababa de recorrer sola, y por su propio peso, el espacio que la separaba para cerrarse por completo. Y él, añadía que hoy en día "no hacen coches cuyas puertas cierren así" Y tiene razón. Lamentablemente, hay muchas cosas que ya no se hacen como antes, cuando el tiempo se dejaba disfrutar.

Las paredes estaban decoradas con carteles originales, promocionales de carreras, exhibiciones, y otros eventos automovilísticos de principios y medidados del siglo pasado, cubreradiadores de otros coches antiguos, y hasta un extintor original de principios de siglo XIX.

Por verguenza, respeto, decoro...no sé bien por qué, supongo que por no querer abusar del espontaneo gesto generoso, no me he atrevido a pedirle permiso para hacer alguna foto.
Me conformo con haberlo visto, y con haber compartido ése momento de magia, buen rollo, simpatia recíproca. Porque creo que él se ha sentido orgulloso de poder compartir eso, conmigo, hoy. Pues, ha sido mutuo, porque me he sentido orgullosa de que abriera la puerta de ese garage y de seguir sus pasos por esa rampa.

Y me hubiera gustado quedarme más rato allí. Paseando entre esos testigos mudos del tiempo, testimonios que lo único que pueden hacer es lo que hacían 70 años atrás: dejar sin habla al que los contempla, brillar y llenar el espacio con su majestuosidad y su elegancia y, de vez en cuando, dejar sonar sus motores.

Cuando el azar, la pura casualidad, junta a dos personas, en el momento preciso, y buscando lo mismo, en éste caso, algo fuera de la rutina, el resto ocurre por si mismo.

Días cómo hoy, no se viven todos los días.