domingo, 16 de noviembre de 2014

CON ALAS EN LOS PIES



Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas en sus zapatos” 
(Proverbio hindú)

Cuando no me lo han dicho, lo han pensado. Que tengo los pies feos, digo. El dedo gordo, es muy gordo. Los demas dedos, estan encogidos y los nudillos estan abultados. Todo el conjunto del pie es basto. Mis tobillos son muy anchos. Y en la parte externa, en lugar del huesecito que para muchas es erotico, tengo una bola del tamaño de una bola de billar, supongo que es una retencion de liquidos...la 
tengo desde niña. Y apenas tengo puente.

Lo que nadie sabe es lo que no pregunta nunca.

Mis pies se desarrollaron llevando zapatos pequeños. Siempre mas pequeños de lo que les correspondia. Mi madre nunca tuvo dinero para comprarme zapatos. Por eso mis dedos de los pies, asi como las uñas, estan deformados.

Y una de las formas que tenia mi padre se castigarme de niña, era pegarme con un liston de madera en la planta de los pies. 

La piel de mis pies, no es blanca. Tampoco tersa. Y la publicidad, el cine...nos ha inoculado que se considera bello y que no.

Mientras fui niña, el aspecto de mis pies, no me desagradaba. Al contrario...supongo que tenia otros complejos y problemas que se llevaban toda mi atencion...y mis pies, en su "fealdad" hasta me gustaban.

Hace poquito, un dia, estabamos mi hijo y yo en el sofa, despues de comer. Nos disponiamos a hacer la siesta. Mi hijo me miro el pie derecho detenidamente. Creo que era la primera vez que reparaba en esa parte del cuerpo de su madre. Le pregunté "¿Que, cariño?" Al cabo de unos segundos, me dijo "tienes los pies feos"

Camino tanto, que en mis talones hay durezas que "esteticamente" no son agradables a la vista.
Y en mis quehaceres diarios, el cuidado de mis pies, ni siquiera ocupa el ultimo lugar de la lista.

En algun momento empece a ver mis pies feos. A acomplejarme de ellos. Hasta hace muy poco.

Tuve una cita con un hombre. Estabamos relajadamente en el sofa, charlando. Yo estaba tan comoda, que me descalce. Quiza me descalce para relajarme...no estoy segura.

En un momento dado, el se quedo mirando mis pies, fijamente. Aparecio mi inseguridad. Senti tanta verguenza, que me visualice desdibujandome los pies. El no dijo nada. Solo los miro. Fui yo la que dije "Tengo los pies feos" No recuerdo que me dijo el. Pero entonces le explique que de pequeña habia llevado zapatos pequeños. "Familia pobre, ¿eh?" me respondio.

En ese momento, dejé de verme los pies feos.

Mis pies han caminado muchisimo. Me han sostenido de pie. Y siempre me han parecido una forma enternecedora de recordar una parte de mi infancia.

En la foto, mi pie y el de mi hijo.

sábado, 15 de noviembre de 2014

QUERIDX ADOLESCENTE



Se habla muy poco de lo dura que es la adolescencia en la vida de cada individuo. Se peca, demasiado a menudo, de hablar de ella banalizándola e incluso, ridiculizándola.

Al llegar a la adolescencia, nos encontramos, de golpe, con que hemos construido un concepto de "la vida" que es una farsa. Descubrimos que nuestros padres, no lo saben todo. Que las personas, mienten, roban, matan, maltratan...descubrimos que todo aquello que nos han dicho que está mal, se hace todos los días. En cada esquina.
Descubrimos que hemos crecido en una sociedad embustera.

Atravesamos una etapa vital en la que nos sentimos perdidxs, engañadxs...buscamos consuelo en nuestros iguales: adolescentes que están igual o más perdidxs que nosotros mismos.

Heredamos la esquizofrenia sexual  de la sociedad en la qué vivimos. Y lo heredamos, justo cuando nuestras hormonas explotan y la naturaleza hace su tarea ancestral.

Poco consuelo puedo ofrecer a personas adolescentes que lean esto...y lo siento. Lo siento porqué, realmente, en esos momentos en qué están mal, desubicados, en esos momentos en qué no pueden pensar, es cuando más necesitan una herramienta que haga de muro de contención. Que les contenga sin oprimirles.

Están abandonando, definitiva e irremisiblemente, cualquier vestigio del niño que fueron y se adentran, a todos los efectos, en el mundo adulto.

Mientras estudio Educación Social, contemplo la posibilidad de trabajar con adolescentes :)

Mientras llega el día, creo que es bueno lanzarles a estxs jóvenes que hoy son más adultos que ayer, pero menos que mañana, el siguiente mensaje: RELATIVIDAD. Porqué nada dura eternamente.
Porqué mi intuición y mi experiencia, me dice que en la adolescencia, de poco consuelo les puede ser, centrarse en el aquí y ahora. Frente a un presente que se les dibuja caótico y confuso, (cuando menos, en el plano psicoemocional) quizá sea más reconfortante recordarse en el ayer, e intentar imaginarse en el mañana. Sólo cómo "descompresor"

Porqué el tiempo pasará...y llegará mañana. Llegará el día en qué ya no tengas que preocuparte por granos, por el aspecto "desgarbado" ni titubear ante el desconcierto que te genera que te encante salir con tus amigxs a tomar algo y que al llegar, tus padres te digan algo que te recuerde que todavía te queda algo del niñx de ayer (aunque sea más en sus pupilas que en las tuyas)

Todo pasa...y por muy insegurx que te sientas hoy, eres un diamante. Por algo perteneces a la Generación Z  "Son líderes mucho más estructurados que otras generaciones anteriores, pueden ser adultos responsables y con alto valor social. Esta generación ha adoptado la tecnología a primera instancia lo que ha generado una dependencia en gran medida de ella. Son más inclinados al mundo virtual y son menos propensos a tomar medidas extremas como el terrorismo. Si la generación Z es moldeada adecuadamente, pueden lograr mucho más que sus generaciones anteriores utilizando los medios digitales.

"Nuestro mayor miedo es ser desmesuradamente poderosos.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que nos da miedo"